domingo, 27 de junio de 2010

EL MOMENTO (Soufian Nachid Vera)


¿Qué ha pasado entre nosotros? Ya no te conozco, te miro y ya no me siento seguro contigo. Nosotros queríamos hablar, ahora, nos peleamos otra vez. Si eres sincera, lo sabes, no merezco esto. Lentamente me entra miedo ya que tú no puedes amar los sentimientos que tengo, no me correspondes. Me pongo enfermo si me dices que esto es mentira. Me dices que soy tu gran suerte, pero te comportas como una niña porque me dejas sufrir. ¿De dónde viene ese odio?


No quería ver la realidad, que pierdo este sitio, este sitio en tu corazón, muy profundo, hasta tu alma. Tus miradas me cogen del cuello con una red. Ya no me escuchas, mis palabras no valoras, mis pensamientos vuelan por el cuarto en cualquier sentido. Tienes miedo, es mejor si escapas por esto. Mejor que te vayas cuando veas lágrimas en mi cara. Me voy a casa ahora, tiro la toalla. Si te tuviera, odiaría este texto. No estoy bien.


Me acuerdo cuando te vi la primera vez. Estabas hablando con tu amiga en la playa, en ese mismo instante supe que tenía ante mí a la madre de mis hijos, y cuando te reíste, sonó tan dulce que parecía que cantaban los ángeles. Y cuando sonríes es como si olvidara el sol y la luna, que son el regalo de Dios. Y por supuesto, como eres muy importante, se hecha de menos una persona así si ya no está. Si recibo la llamada y escucho que estas en cama, me hundo más que al tomar una droga. Hago una brecha en la pared con mi puño, tengo miedo, miedo de ir al hospital. Creo que puedes oírme, ahora estoy a tu lado. Los dos sabemos que entre nosotros ha pasado mucho. Como tienes que estar aquí acostada y te mantienen con oxigeno, da igual lo que ha pasado, quiero estar a tu lado pase lo que pase.


Los médicos dicen que hoy nos abandonas, escucho latir tu corazón suavemente. Y se me escapan las lágrimas, te quería decir tantas cosas; que quería arreglar nuestros problemas, que mis palabras eran verdaderas. Yo sé que los ángeles van a tener tu alma con mucho cariño y una mariposa volará todas las mañanas. Deja tus miedos aquí, llévate mis esperanzas. Yo sé que la muerte es una cosa triste para todo el mundo, apostaría mi corazón. Si pudiera llevarte hasta el cielo en mis brazos, acostarte allí y llevarme todos tus daños…


Pero es tu viaje. No puedo acompañarte. Dios no quiere que este contigo en este viaje. Es el momento en el que te quitan la vida y aunque estemos en contra, ya da igual, porque el destino existe. Esperamos ese día y lo malo siempre llega, hasta que llega el momento.

LA METAMORFOSIS DE VÍCTOR QUINTANILLA (Alfonso Torres)

Durante los meses de marzo y abril, en la Galería Manolo Alés y el Museo del Istmo, el polifacético artista linense Víctor Quintanilla ha expuesto muchas de sus obras: esculturas, cuadros y dibujos.

Escuetas son las palabras que puedo dedicar a la obra de mi querido amigo Víctor. No soy ningún entendido en arte y me gusta hablar con propiedad y sobre todo opinar con conocimiento de causa. Sin embargo, Víctor Quintanilla, por su amistad, por su humildad, por su cercanía, por su autenticidad, por su originalidad, por su activismo se merece un artículo sobre su obra. Y hasta una enciclopedia.

Una cosa que me encanta de Víctor y que nunca me defrauda es su autenticidad, su lealtad y fidelidad a si mismo y a su estilo. Y esta exposición tiene esa aureola propia de Víctor Quintanilla.

Víctor Quintanilla nos presenta una visión propia e intransferible de su mundo, su cultura, de su pueblo. Sólo él y nada más que él sabe lo que desea o no desea transmitir a través de su obra. Si es que quiere transmitir algo. La metamorfosis del mundo y la vida al ser observados por unos mágicos ojos maravillosos de fantasía, los ojos de Víctor. Una combinación chocante pero hermosa. Quizás los materiales no sean nobles, quizás muchas de las formas no sean equilibradas y armoniosas. Pero la obra de Víctor destila arte, arte y magia. Las interpretaciones son infinitas, tantas como personas, pero un servidor se queda con el mensaje más cultural y natural. Nuestra cultura es fruto de los retazos de hierro de muchas generaciones, por eso debemos estar abiertos a todos y a todo. Y la naturaleza. La madre naturaleza, que protege a todos sus hijos, a nosotros incluidos, y cuyo único objetivo es traernos la paz. Sin embargo, mientra La Luna observa con su lupa, los arpones de la humanidad aguijonean al Planeta Tierra.

Víctor Quintanilla es un loco bohemio, pero un loco por sus ideas, un Quijote de La Línea.

¿MOSQUEADO CON LA TECNOLOGÍA? (Javier Miranda)

Sabemos que la tecnología avanza a la velocidad de la luz y cuando sale a la luz un “cachivache” nuevo, lo antiguo se queda obsoleto. Es muy difícil ir a la última. Se trata de una guerra en la cual cada vez las cosas son más asequibles a los bolsillos de la clase media. Antes, los mp3, eran un lujazo por el simple hecho de poder llevar música en un aparato más pequeño que la palma de la mano, ahora todos los móviles reproducen música. Los dispositivos de memoria usb, eran antes cosas un poco caras, y ahora te los regalan. Antes un móvil “bueno” costaba bastante caro y ahora te lo dan gratis al darte de alta en un contrato. Y el móvil que te dan, es un móvil bueno comparado con los precios de los terminales libres. Y ahora que he dicho lo del móvil, la sociedad se está volviendo tan dependiente de “ellos” que no somos capaces de salir a la calle sin uno de ellos. Parece que el simple hecho de llevarlo te va a ir mejor la jornada aunque se haya quedado sin batería nada más salir, sino hagan la prueba, saldréis a la calle pero algo “raro”. Es cierto que no siempre te llaman cuando estás en la calle pero la sensación de agobio siempre permanece. Cuando nos compramos un móvil nuevo, queremos que tenga de todo; sí, de todo, y lo digo dos veces porque lo queremos con muchas aplicaciones que suenan bien al escucharlas pero que luego nunca se usan. Cuantas más tonterías mejor, porque podemos fardar más pero siempre se utilizan las de siempre: mp3, cámara, llamadas, alarma y mensajes.

viernes, 25 de junio de 2010

EL MATRIMONIO Y EL MALTRATO (Javier Miranda)


Actualmente las mujeres están más protegidas que los hombres. Cuando una mujer va a la policía y dice “ sufro malos tratos por parte de mi marido”, la policía detiene al hombre de forma automática. Sin embargo cuando ocurre lo contrario, la policía se ríe del hombre. Se han dado casos donde los hombres son encarcelados y echados por sus parejas siendo falsa la denuncia. Cuando un hombre agrede a su mujer éste ha cometido un delito de “violencia de género” mientras que si una mujer le pega a su marido, el delito es de “violencia doméstica”. El delito de violencia de género es cuando una persona le pega a su pareja pero sólo es aplicable al hombre y no a la mujer porque se considera a la mujer como una débil indefensa. Eso es un estereotipo que se ha ido generando a lo largo de la historia, donde siempre ha predominado el machismo y ahora en vez de solucionar el problema se le da la vuelta a la tortilla. Otro problema es cuando la pareja se separa o divorcia y hay hijos por medio, la mujer por norma general se queda con sus hijos y al mismo tiempo con la casa. Por lo tanto el hombre debe de abandonar el hogar cuando él ha sido el que ha pagado la casa. Es triste ver como muchos hombres son maltratados por sus mujeres y que sean utilizados para sacar sus bienes. La separación de bienes es una cosa que se debe de hacer pero la casa como he comentado antes, se la queda la mujer independientemente de la causa de la separación.


Este artículo no es una forma de discriminar a la mujer, sino una manera de concienciar a los jóvenes que quieren formar una familia en el futuro.