EXCURSIÓN A GIBRALTAR (Laura Viaga Espada)

Vista del Jardín Botánico de Gibraltar

El jueves doce de noviembre, las clases de ESO de 1º F, 1º G y 4º A fueron de excursión a Gibraltar en la cual visitaron un santuario hindú, una iglesia escocesa y otra inglesa, el cementerio de Trafalgar y el jardín botánico de Gibraltar.
Salieron del instituto a las nueve y veinte y fueron caminando todo el recorrido. La primera parada oficial fue el santuario hindú en el cual para entrar en el tatami donde se rezaba había que quitarse los zapatos. La señora que les atendió les explico en que se basaba esa religión, los saludos que se hacían, que se decía “namaste” y los dioses que tenían: “Shiva, Sewa y Ganesha”.
Al salir de él, las guías los guiaron hasta la iglesia escocesa en la cual no estuvieron mucho tiempo, les dijeron cuales eran los santos principales de Escocia: “san Jorge, san Andrés y san Miguel” y les explicaron que los representantes de cada iglesia se reunían y hablaban sobre organizaciones deportivas, concursos, etc.
En la iglesia inglesa, les contaron que el gobernador de Gibraltar vive al lado de la iglesia y algunas veces escucha las oraciones y las misas, también que tenían personas fallecidas enterradas en las paredes de la iglesia que antes de que fuera una iglesia fue un establo donde el quinto o sexto gobernador guardaba sus caballos ya que no se creía en Dios y cuando el octavo gobernador lo relevó lo convirtió en lo que es hoy en día y que cada vez que ganaban una batalla les quitaban las banderas a los perdedores y las colgaban en la iglesia.
En el jardín botánico desayunaron y un guía del jardín les enseño gran cantidad de plantas exóticas, mediterráneas, desérticas, etc., y algunas curiosidades como que un árbol llamado “Árbol del Dragón” tenía la sabia roja.
En el cementerio de Trafalgar les explicaron más bien nada, simplemente dejaron que exploraran todas las tumbas y vieran los monos y hacerles fotos. Volviendo de la excursión un grupo de alumnos y dos profesores se separó del grupo y algunos (la mayoría) tuvieron que esperarlos en la aduana bajo el sol abrasador. Llegaron al instituto a las tres menos cinco y esperaron a que tocara la campana en el porche.