Seguramente, alguna vez habrás visto Doraemon o alguna que otra serie japonesa en la cual siempre hay un episodio en el que hacen el conocido juego de adentrarse en un cementerio en mitad de la noche con el objetivo de “hacerse el valiente”. Pues hoy vamos a hablar sobre los protagonistas de este juego, no me refiero al aventurero, sino a los fantasmas que están encargados de asustar.
En la cultura japonesa, los fantasmas eran y son utilizados para transmitir a los más pequeños de la casa la importancia de ser buenos con los demás y lo que los rodea. Estos son los fantasmas del juego del cementerio:
• Rokurokubi: por el día tienen apariencia de mortales, pero a la media noche se deja ver en su forma natural. Algunos decían que iba por las calles bebiéndose el aceite de los candiles, mientras que otros decían que se dedicaba a ser un mortal para luego por las noches transformarse en un ogro para asustar a mortales. La reconoceréis por una mujer japonesa con el cuello estirado como si fuera de plastilina.
• Nopperabo: suele pasearse por la noche, mirando hacia el suelo, aunque parezca normal, en realidad es un fantasma sin rostro.
• Karakasa: es un fantasma con forma de paraguas, solo que tiene un ojo en la tela y mango es el pie. Es un tipo de fantasma que cobra vida al cumplir los 100 años y tratará siempre de engullirte.
• Yūrei: es un espectro femenino la cual al morir tuvo un mal funeral o cometió suicidio. La reconocerás por vestir un kimono blanco, piel pálida, cabello negro y llevar en la cabeza un triángulo de papel o tela en la cabeza. Casi siempre estará acompañada de dos fuegos fatuos, que son partes separadas del fantasma que se han hecho independientes.
Hecho por Laura Viaga
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