Hace mucho tiempo, un chico llamado Ángelo nació. Era precioso, bueno, encantador, pero sus padres lo abandonaron en medio de la Nada. Él sobrevivió solo, aprendió de sus propios errores y se quedó siempre donde estaba: en la más triste Nada. Vivió en un profundo dolor, llorando solo, durmiendo en una pesadilla sin final de la cual nunca despertaría.
Nunca conoció personas, ni estuvo enamorado. Su corazón se quedaría vacío hasta que se rompiera o él muriera.
Un día, dos grandes y blancas alas aparecieron de su espalda. Sus plumas parecían suaves perlas, y a todos lados el voló. Adueñándose del cielo. Haciéndolo su imperio.
Cuando él tenía dieciocho años, decidió descubrir qué había detrás de las nubes. Volando y vagando en la estela oscura estrellada, él conoció una ángel llamada Brielle. Ella era el ser más bonito que él había visto. Cupido lanzó una flecha al corazón de Ángelo. Al corazón de Brielle... Ambos conocieron y probaron un gran sentimiento que nunca habían tenido.
Una mañana, ellos estaban cogiendo flores del cielo glorioso de Dios, tranquilamente, solos y juntos. Y de repente, un demonio vino y rompió el dulce momento y el corazón del ángel. Él mató a Brielle y dejó a Ángelo solo de nuevo. Él lloraba y lloraba sin parar con su amada muerta en sus brazos.
Enterró a su amor al lado de su casa, y todo el tiempo estaba hablando con ella, sentado junto a la tumba de su querida ángel.
Y una noche, Ángelo fue al infierno. Encontró al demonio que mató a su dulce Brielle. Ellos pelearon y Ángelo lo venció. Pero de todas maneras tendría que vivir sin su sueño: Brielle.
Cada día era incluso más duro para él. No podía vivir sin ella y se hundió en la soledad. Tomó su espada y cortó sus alas. Sangró muchísimo y poco a poco, él murió.
Pobre Ángelo... Había nacido y muerto solo.
Pero Brielle lo espera en el cielo...
Fuente: Mi blog Angels Fell On My World donde podrás encontrar más poesía.
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