El chico confía plenamente en lo que su abuela dice, y queda demostrado, cuando una señora que representa todos los rasgos característicos que su abuela le había explicado, le ofrece acariciar una serpiente, según ella “domesticada” y el protagonista se las tiene que apañar para darle esquinazo.
El autor, Roald Dahl.
La abuela enferma, pero se recupera pronto, para alegría de todos. Así que decide que se irán de vacaciones a un hotel en la costa. En ese hotel, el niño descubrirá por accidente, que una asociación de mujeres de la caridad, pueden ser más que una muchedumbre de viejas brujas. El protagonista tendrá que hacer frente tanto a todas las brujas allí reunidas, como a su líder “La gran bruja” y salvar a los niños de todo el mundo de su malvado plan.
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